Catar varios vinos y cada uno en un paisaje diferente: un castillo, un río, una ermita,… Lugares donde conectar con la tierra y dejar que los sentidos sientan.
El vino cuenta con sus aromas la historia de su origen y cada vino sabe a un paisaje distinto. Descubrirlo, es vivir un momento delicioso.
Tomaremos un aperitivo bajo una arboleda de gran valor medioambiental, para acabar con una comida típica riojana servida en nuestro comedor del Calado.